Existen momentos cuando uno espera demasiado de algún acontecimiento, de un trabajo, de una persona, de un amor, incluso de Dios, todo lo tenemos fríamente calculado y cuando aquello o aquel no llega a ser como nuestra mentecita lo imagino, viene la tristeza, la desilusión o la melancolía. Si al menos nos dejáramos llevar un poco más y dejar de esperar tanto, solo recibir y dar, solo vivir.
Quiero confesarles que hoy tengo miedo que esta vez ocurra algo parecido conmigo y esperar demasiado y desear demasiado. Y es que me siento ansiosa, medio desesperada. Emprendo un viaje donde volveré a ver rostros queridos que no veo desde hace más de un año, rostros que serán nuevos pero creo que formarán parte de mi nueva próxima vida (y quizás sean reencuentros ya planeados) y aparte de todo esto, estará … , ay dios es que espero tanto de este viaje, es como una despedida del amor y como una bienvenida a la posible nueva vida que me espera. Tengo miedo, que resulte menos mágico de lo que me imagino. Y es que solo de pensarlo de nuevo, vaya que es difícil sacarnos tantas ideas mecánicas de la cabeza y limitarnos a vivir solo el momento, el instante y es que se nos hace tan difícil confiar que las cosas van a pasar como deben de pasar y que nosotros únicamente las debemos de disfrutar al 100%.
Yo se que este viaje, será muy importante en mi vida, lo sé. Tan solo espero quitarme tantos embrollos de la cabeza y tener confianza, mucha confianza que todo estará tan simple como debe de estar.
Comentarios
saludos
;-)
Todo estara super y los miedos, dudas y demás que pudieran existir... Ah! desapareceran...
Consejo tuyo...
Fé..mucha fé
saludos.