El cielo con miles de nubes quietas como esperando que una fuera la primera en animarse a soltar parte de si para que las demás las siguieran. El sonido del agua al caer, fuerte y claro, olvidando cualquier tipo de pretexto para no dejarse fluir. Las piedras negras a la orilla del río y aquellos inmensos árboles altivos cuyas raíces resurgían de entre la tierra buscando desesperadamente alguna gota de río que las alimentará. Definitivamente fue el marco perfecto para que tu olor y mi olor se hubieran encontrado. Para vivir un día único e inolvidable, un día para agradecer a Dios.
A veces me resulta tan fácil la vida, tan simple el hecho de ser feliz a tu lado, que me asusta un poco que algún dia esto pueda acabar.
A veces me resulta tan fácil la vida, tan simple el hecho de ser feliz a tu lado, que me asusta un poco que algún dia esto pueda acabar.
pd. Esto debio ser públicado un 25 de septiembre.
Comentarios
me gustó tu rinconcito.
saludos.
Abrazos.