Voz de Crucigrama

Hace tiempo que incondicionablemente te busco dentro de mis recuerdos, he aprendido a sobrevivir con eso. Al principio no te he de negar que dolias hasta los huesos y poco a poco te has ido convirtiendo en un balsamo dentro de este mundo alterno creado para superarte. Y realmente me resulta curioso ver la dependencia indiscutible entre cura y enfermedad, la cura no existiria o no tendría razón de ser si no es por la enfermedad. Jamás diré que fuiste mi enfermedad, solo que el ejemplo se me vino a la mente, como cada minuto que te recuerdo...
Ahora que la distancia es un puente entre nosotros, río de tu inocencia entumecida con tu manera peculiar de ver las cosas, desde el lado opuesto en que las miro yo. ¿Como dos personas pueden tener tantos desacuerdos y sentirse tan bien juntos? La única respuesta que me doy es que nos nutriamos uno del otro, sin heridas, sin pretextos, sin conceciones. Te extraño sabes, pero con esto no te estoy diciendo que extraño tus ojos grandes observandome siempre, tus criticas constantes, tus manos rozandome (ohhhh tus manos, deberas que tenian la manera perfecta), tu pelo, tu olor. No, te extraño más.Te extraño con el silencio que te encolerizaba, con el silencio que me permitias. Te extraño con mi paciencia terminada por tus comentarios, con la paciencia reiniciada por tu mirada. Te extraño con la risa que reia, con la risa que ahora guardo hasta proximo momento. Pero lo que más extraño es tu voz ceremoniosa, gruesa, incontrolable. Tu voz de crucigrama.

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