Cuando Davidcito me dijo de el miedo que sentía al poder perder lo más grande que le había pasado en la vida, su amorcito, mi reacción fue de calmarlo y decirle que no tenia por que ser así, que la distancia puede ser difícil pero que con amor nada se hace imposible, que tuviera paciencia y muchas ganas de que todo funcione. Sin embargo, el argumento que me dio fue el siguiente :
.muchas veces uno le tiene tanto miedo a la felicidad que pone todas las trabas para no conseguirlo. Que el sentía enorme miedo que lo que estaba sintiendo y estaba recibiendo se terminará. Fue entonces cuando mis foquitos internos se encendieron y empecé a divagar. ¿Cuántas veces yo, me había amargado mi propia existencia por el miedo ha dejar de ser feliz, incluso antes de serlo? ¿Cuántas veces había observado como amigos se auto castigaban por no sentirse merecedores de la felicidad ?
¡Vaya tema no! Y por muy increíble que parezca cada día alguna persona del planeta ( por no decir varias )se impide ser feliz por el pánico de poder a llegar a serlo y luego perderlo. Es decir, ¿será mejor acostumbrarnos a vivir eternamente la pre felicidad, para nunca nunca llegar a vivir la post felicidad? O acaso será como lo afirma Benedetti:
SOLEDADES
Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad.
Después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad.
...
Los datos objetivos son como sigue.
Hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola.
Si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buena gente.
.muchas veces uno le tiene tanto miedo a la felicidad que pone todas las trabas para no conseguirlo. Que el sentía enorme miedo que lo que estaba sintiendo y estaba recibiendo se terminará. Fue entonces cuando mis foquitos internos se encendieron y empecé a divagar. ¿Cuántas veces yo, me había amargado mi propia existencia por el miedo ha dejar de ser feliz, incluso antes de serlo? ¿Cuántas veces había observado como amigos se auto castigaban por no sentirse merecedores de la felicidad ?
¡Vaya tema no! Y por muy increíble que parezca cada día alguna persona del planeta ( por no decir varias )se impide ser feliz por el pánico de poder a llegar a serlo y luego perderlo. Es decir, ¿será mejor acostumbrarnos a vivir eternamente la pre felicidad, para nunca nunca llegar a vivir la post felicidad? O acaso será como lo afirma Benedetti:
SOLEDADES
Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad.
Después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad.
...
Los datos objetivos son como sigue.
Hay diez centímetros de silencio
entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola.
Si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buena gente.
...
El caso es, será valido seguir justificando nuestras tristezas por la falta de existencia de la felicidad o por la mera culpabilidad de sentirla.
El caso es, será valido seguir justificando nuestras tristezas por la falta de existencia de la felicidad o por la mera culpabilidad de sentirla.
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