Para vivir no hay que tener memoria y para amar hay que olvidarlo todo

Generalmente pasa lo mismo, leyendo a Sabines es como si mi corazón coraza se abrierá y empezara a reflejar en sus letras todo el revoltijo que traigo dentro. Ultimamente (los últimos 23 años de mi vida para ser mas exactos) he venido teniendo la sensación de que aunque yo dicto mis actos y tomo mis decisiones, existe algo superior que va dirigiendo mis pasos hacia diferentes rumbos los cuales muchas veces resultan inesperados e inimaginables. Claro que eso superior lo amo, respeto y llamo Dios.
Ayer hablando con la ñiña Alebria (mi muy querida amiga ñiña y sonriente Alebria) la sensación volvio con más fuerza y ya no solamente la vi reflejada dentro, sino lo vi en ella y lo translade a otros ojos y a otras manos más. Y es que la vida da tantas vueltas y en esas vueltas te encuentras y reencuentras tantas veces..... Dios vaya que es minucioso y sútil.

A veces -- no siempre, pero a veces --
Alguien nos dicta, nos
conduce
De un acto a otro,
Somos un instrumento,
Nada mas un muñeco con
hilos invisibles.
¿ quien es, o quienes son,
O quienes somos ?

Caballo de la noria dando vueltas
Igual ayer ahora,
¡ que
hermosa libertad la de tu surco !

Me transito, quiero decir,
recorro
De sorpresa en sorpresa mis lugares,
Me tomo de las manos
nuevamente.
Para vivir no hay que tener memoria.
Para amar hay que
olvidarlo todo.

Jaime Sabines