Con la cabeza en el cielo he venido a recordar la sensación tan grata, esa de soñar. El sosiego y la certeza que acompaña al compañero nocturno. Vuelas o flotas, te expandes o contraes. Rostros nuevos que aún no aparecen, voces que aún no escuchas, gratas sonrisas futuristas que te traen complicidad. Sin fin de sensaciones sin más.
A veces a colores, otras a blanco y negro. Pero he de confesar que los que más disfruto son aquellos que vienen acompañados de aromas diversos como en escalas del arco iris.
Un día soñé un rostro que días después se me presento o mejor dicho me le presente con confianza y certeza de una buena amistad, lo primero que me dijo ¿sabias que los sueños se hacen realidad?
¿Magia? Definitivamente si, es el lugar o el espacio donde lo imposible se hace parte de todo y todo se hace parte de ti.
No podrían faltar laberintos, con minotauros que se convierten en hadas. Y con hadas que se convierten en egos. He vuelto a soñar con el cielo a mis pies y con las nubes rozando a mis manos.
A veces a colores, otras a blanco y negro. Pero he de confesar que los que más disfruto son aquellos que vienen acompañados de aromas diversos como en escalas del arco iris.
Un día soñé un rostro que días después se me presento o mejor dicho me le presente con confianza y certeza de una buena amistad, lo primero que me dijo ¿sabias que los sueños se hacen realidad?
¿Magia? Definitivamente si, es el lugar o el espacio donde lo imposible se hace parte de todo y todo se hace parte de ti.
No podrían faltar laberintos, con minotauros que se convierten en hadas. Y con hadas que se convierten en egos. He vuelto a soñar con el cielo a mis pies y con las nubes rozando a mis manos.
Comentarios
Besos, Monique.
Besitos
Un beso.