Por más que la luz se esfuerce en correr más rápido, siempre se sorprende que la obscuridad la venza siempre. Pero no por ello se da por vencida, a veces se cansa, a veces titirita de frío, otras más palidece de asombro. Pero aguerrida continua en espera de que un día se corone como vencedora.
No entiende que cada vez que ilumina un corazón o que le saca brillo a un momento de felicidad su victoria es concedida. No importan las victorias si no son compartidas.
Y ella las comparte siempre. Las lustra, las ilumina, les pone ese destello y las inunda de esperanza.
Bienvenida luz, hasta pronto obscuridad… ya nos veremos nuevamente.
Pd. A veces son necesarios los ciclos en silencio y a obscuras para poder lograr maravillarnos nuevamente con los destellos de la vida.
Comentarios
Beso.
.. besos desde mis colinas..
Un abrazo
Que tengas una buena semana ;-D
Besos