Momentos Intensos

Rozando la ingenuidad me esfuerzo por sostenerme en los momentos intensos del día. Los sostengo con cuidado, cual mercancía frágil y escasa, los arropo y los mimo. Abrazándolos me mino y me hago sonreír.
Es como preguntarle a mi propio corazón su parecer, su consentimiento para continuar con las acciones del día a día. Pareciera extraño pero pocas veces me detenía a preguntarle ¿Ey como estas, como te sientes? El torbellino de emociones pasaba sin más.
Es increíble ver como el día puede transformarse de un campo oscuro a un arco iris multicolor. Ver las cosas a través de mis momentos intensos me ha servido para ver y agradecer las increíbles sorpresas que me trae cada jornada diaria. Ahora me convertido en una exploradora incansable de aquellos momentos que me sacuden, que me llenan de vida, que me invitan a querer más y más.
No es nada complicado, ni del otro mundo, solo es cuestión de analizar lo que haces normalmente en el día y sentir que cosas disfrutas más y en esas acciones extenderte un poco más de tiempo, disfrutarlas al máximo y ver de que manera puedas incluirlas al día siguiente.
Llámese leer un buen libro, escribir en tu diario, escrudiñar sistemas complicados y volverlos simples, una dosis de buen ejercicio aeróbico, una charla con tus hijos, una cena con tus amigos, una noche romántica, etc.
Descubrir de cada momento cual es la acción esencial y ver que manera puedes incluirla en otros momentos no tan agradables. ¿Reflexionar? ¿Crear? ¿Simplificar? ¿Ayudar? ¿Escuchar? ¿Conocer?

Y para ti, ¿Cuáles son tus momentos intensos?