Cielo



El cielo con miles de nubes quietas como esperando que una fuera la primera en animarse a soltar parte de si para que las demás las siguieran. El sonido del agua al caer, fuerte y claro, olvidando cualquier tipo de pretexto para no dejarse fluir. Las piedras negras a la orilla del río y aquellos inmensos árboles altivos cuyas raíces resurgían de entre la tierra buscando desesperadamente alguna gota de río que las alimentará. Definitivamente fue el marco perfecto para que tu olor y mi olor se hubieran encontrado. Para vivir un día único e inolvidable, un día para agradecer a Dios.
A veces me resulta tan fácil la vida, tan simple el hecho de ser feliz a tu lado, que me asusta un poco que algún dia esto pueda acabar.
pd. Esto debio ser públicado un 25 de septiembre.

Comentarios

Clo dijo…
somos universo. los cuatro elementos nos pertenecen porque les pertenecemos. cómo no podríamos mezclarnos con ellos, si somos lo mismo.

me gustó tu rinconcito.
saludos.
Clarice Baricco dijo…
Muy lindo. Y no tengas miedo. Disfruta.

Abrazos.